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Un logro inspirador: Lucas Quiroga, es no vidente y terminó el secundario

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Este viernes el joven de 23 años concretó una de sus metas que era la de recibirse, la próxima es estudiar idiomas.

Para Lucas Quiroga, de 23 años, el ser no vidente no fue un impedimento para cumplir sus metas, al contrario, lo tomó como un impulso para no darse por vencido e ir detrás de sus sueños. Uno de ellos era terminar sus estudios secundarios y este viernes logró recibirse en la Escuela Pública Digital de Adultos N° 50, Edificio Administrativo, de la Universidad de La Punta.


 

Pasadas las nueve de la mañana, Lucas, entró al aula, allí lo estaba esperando María Auderut, su profesora y quien lo acompaña desde hace 11 años. Los dos se sentaron frente a una computadora y empezó la cuenta regresiva. Mientras María le leía, Lucas escuchaba atento y respondía, luego de unas horas el gran momento había llegado, entre aplausos y emoción el puntano recibió la mejor noticia, aprobó su último examen y se recibió. Nada fue dejado al azar, la profe tomó un birrete y se lo colocó al flamante egresado.

Nervioso y con la voz entrecortada, Lucas, contó un poco de su historia. “Nací prematuro a los 5 meses y tengo retinopatía, pero para mí nunca fue un problema. Siempre me sentí igual que los demás, no uso bastón y me muevo solo para todos lados”, contó sonriente. 

Seguro de lo que quería, el puntano manifestó que al principio le costó, pero recordó que hubo tres personas que fueron claves en su camino, los reconocidos ajedrecistas Daniel Morelli y Gabriel Perrone, y María. “Ellos dos estudiaron acá y me facilitaron el programa Jaws, el cual funciona como un cuaderno digital y lee los textos de Word. Así junto a mi profesora avanzamos. No tenía ni primario ni secundario, empecé desde alfabetización. Acá aprendí a leer y a escribir. Estoy muy orgulloso de mí”, precisó contento y resaltó que era algo que siempre quiso, dado que no se quería valer sólo por una pensión, sino que quería estudiar y ser alguien en la vida. 

“Si alguien me decía que no haga algo yo siempre lo hacía, salía, me manejaba solo y soy muy independiente. Si no lo hacía, hoy estaría dependiendo de alguien para que me lleve o me traiga”, manifestó el egresado, quien agregó que también contó con el apoyo y contención de Patricia, su mamá, quien siempre lo incentivó.

Para Lucas esto es solo el comienzo de un largo camino, dado que sus sueños son aún mucho más grandes. “Quiero estudiar idiomas. Mi idea no es quedarme acá, sino terminar e irme a vivir fuera del país”, resaltó emocionado, se tomó unos segundos para pensar y agregó que a los jóvenes le diría que se “animen, que sigan adelante y que sí se puede”, señaló.  

“Él estaba contento de venir a la escuela”, dijo con los ojos vidriosos, María, quien agregó que antes de Lucas, tuvo dos alumnos no videntes que fueron Daniel Morelli y Gabriel Perrone, quienes la ayudaron a entender el programa que usa para estudiar Lucas. “Él tenía 15 años cuando vino. Es una persona muy inteligente y que tiene muchas ganas de estudiar. Todos queríamos que se recibiera y me siento orgullosa. Siempre voy a estar para apoyarlo y ayudarlo”, manifestó. 

Lucas y María se abrazaron fuerte y se despidieron. Él tomó sus cosas y salió a la calle con una gran sonrisa y emprendió el regreso a su casa, seguro de que una nueva aventura lo espera y que nada se interpondrá para que cumpla con sus sueños.

Nota, video y fotos: Prensa ULP.

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