La secretaria general de AMET a nivel nacional, Sara García, expresó una profunda preocupación por el impacto que tendrán los recientes recortes presupuestarios aprobados por el Congreso Nacional sobre la educación técnica en todo el país.
En una entrevista en Radio 21, García cuestionó la eliminación del artículo 52 de la Ley de Educación Técnico Profesional, el cual garantizaba el financiamiento específico para equipamiento, insumos y planes de mejora en las escuelas técnicas. “La derogación de este artículo deja al sistema sin herramientas legales para reclamar recursos. Es un golpe muy duro para la educación técnica”, sostuvo.
La dirigente sindical explicó que, si bien los problemas de infraestructura podrían recaer ahora en los gobiernos provinciales, el mayor inconveniente estará en la falta de fondos para equipamiento y tecnología, fundamentales para la formación de técnicos. “No se puede enseñar robótica, informática o físico-química sin recursos. No se reemplaza un torno de control numérico por uno a pedal”, graficó.
García remarcó que las escuelas técnicas cumplen un rol clave en la formación de trabajadores para sectores estratégicos como la minería, el petróleo y la industria, que son actividades centrales para regiones del país. “Sin técnicos no hay Vaca Muerta, no hay minería, no hay país productivo”, afirmó.
Asimismo, señaló que el ajuste presupuestario se enmarca en una política nacional orientada al déficit cero, pero advirtió que los recortes terminan afectando directamente a la sociedad en su conjunto. “No estamos hablando solo de salarios docentes. Estamos hablando de recursos mínimos para que las escuelas funcionen y los chicos tengan clases de calidad”, aclaró.
Desde AMET anunciaron que se mantendrán en estado de alerta y movilización, pero que priorizarán la búsqueda de soluciones concretas a través del diálogo con los gobiernos provinciales, gobernadores y autoridades educativas, con el objetivo de garantizar la continuidad de la educación técnica durante 2026.
