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El tango que habla del tango

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Lo prometido es deuda, y aquí vuelvo para cerrar con este ciclo de enumeraciones de las temáticas del tango. Esta vez con la cuarta, y una muy pintoresca que es la DESCRIPTIVA. Pero para esto no voy a ahondar en lo que significa en la literatura describir y adjetivar un hecho, objeto, persona o suceso, sino que me voy a meter directamente con uno de mis tangos preferidos, con muchas particularidades en su composición… una obra de Villoldo y de las más importantes representando a los famosos tangos de la llamada Guardia Vieja:

El Choclo, estrenado en 1905 en el restaurante El Americano por la orquesta de Roncallo como “danza criolla” con una letra distinta a la que se ha hecho más popular hoy día:


 

Hay choclos que tienen
las espigas de oro
que son las que adoro
con tierna pasión,
cuando trabajando
llenito de abrojos
estoy con rastrojos
como humilde peón.

A veces el choclo
asa en los fogones
calma las pasiones
y dichas de amor,
cuando algún paisano
lo está cocinando
y otro está cebando
un buen cimarrón.

Según García Jiménez, una anécdota del título de esta danza en el mismo restaurante donde se estrenó.

“-Vení- le dice Villoldo, tras el saludo y se lo lleva a la trastienda-. Escuchá esto. -Y le hace oír en la guitarra el tango que acaba de componer-. ¿Qué te parece? – ¡De lo mejor que has hecho! Hay que escribirlo enseguida.  – ¿Vos lo estrenás? – ¿Yo? ¿Estás loco? ¿Con la orquesta clásica, y en el Americano, donde va toda la ‘crema’ de Buenos Aires? Viejo… Un tango… ¡Allí es mala palabra! – Pero entre tanto Villoldo está rasgueando otra vez su composición y Roncallo ganado por la musiquita tan entradora, ¿Y quién me obliga a descubrir que es un tango? ¿Cómo se llama, che? – Le puse El choclo. Me gustó de alma desde la primera nota. Y como pa’ mí el choclo es lo más rico del puchero… -El nombre pega bien pa’ tocarlo en un restaurante.”

Un poco más tarde, Juan Carlos Marambio Catán escribió otra letra, y para esto ya su melodía era de las más referenciadas en el 2×4, aunque superada por la Cumparsita en 1915.

Vieja milonga que en mis horas de tristeza,
Traes a mi mente tu recuerdo cariñosa,
Encadenándome a tus notas dulcemente
Siento que el alma se me encoje poco a poco.

Aquí hace alusión al carácter de clásico que ya había sido otorgado a la melodía original de Villoldo. Fue grabada por diversas orquestas, y años más tarde en 1947 por Discépolo en la voz de Libertad Lamarque, para el filme Gran Casino del director español Luis Buñuel.

Hasta aquí vamos viendo cómo se describe primero un alimento, luego la melodía de este tango, y finalmente con la última letra se cuenta una historia del tango en general. Aparece su contexto, geografía, sus protagonistas, y su carácter.

Con este tango que es burlón y compadrito
Se ató dos alas las emoción de mi suburbio;
Con este tango nació el tango y como un grito
Salió del sórdido barrial buscando el cielo;
Conjuro extraño de un amor hecho cadencia
Que abrió caminos sin más ley que su esperanza,
Mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
Llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

Desde el arrabal se inventa un mito, y de allí “batió sus alas la ambición de mi suburbio” … Luego aparece esta imagen tan linda que divisa Discépolo, la de la “luna en los charcos” que ya había estado en Los perros del barrio de Evaristo Carriego:

En las castas horas de amables ensueños,
Son regularmente, como nadie parcos,
En el decir, pero se tornan risueños
Cuando beben agua de luna en los charcos.

Hay también un verso donde se mencionan dos ciudades importantes:

Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
Y en un perno mezcló Paris con Puente Alsina

La llamada ciudad Luz y Buenos Aires. Y Carancanfunfa podría referirse, según Borges, a un director de orquesta que viajó a Francia a probar suerte, y también al ánimo fiestero de los compadritos cuando bailan tango.

París casi no necesita explicación, ya que fue el lugar donde el tango triunfó para luego ser aceptado en Buenos Aires, igualmente la meca cultural para intelectuales del XIX y XX. El pernó, o Pernód, es una marca de licor de ajenjo popular, y el Puente Alsina, construido sobre el Riachuelo.

No puede faltar la tristeza…
Hoy que no tengo más a mi madre,
Siento que llega en punta e’pie para besarme
Cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

Y tampoco puede carecer de un homenaje al tango y a su mitología con una enumeración de imágenes autoreferenciales:

Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura,
Se hicieron voces al nacer con tu destino…
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón!

Es un tango que se trata del tango, ya lo anuncia cantándose a sí mismo “Con este tango nació el tango…”, sin dudas un auto homenaje. Y ahí mismo nos muestra todo lo que sucede en nuestro querido 2×4, los temas y emociones “Mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia, llorando en la inocencia de un ritmo juguetón”.

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