Hoy, en el Día del Amigo, celebramos esas conexiones que nos recuerdan dónde reside la verdadera pasión. En Mattaldi hay una historia que resuena con este espíritu: la de Bautista Bertorello y Rubén Aguirre.
Amigos inseparables desde muy pequeños, Bautista y Rubén compartieron canchas y vestuarios durante años. Sin embargo, las exigencias del trabajo –Bautista como electricista y Rubén en una semillería– los llevaron a un punto donde los tiempos no daban y el cansancio afectaba su rendimiento, llevándolos a tomar la dura decisión de dejar de jugar.
Pero la amistad, como el deporte, tiene sus propias reglas de lealtad. Así como se retiraron juntos, hace apenas una semana, Bautista y Rubén decidieron volver a las canchas, juntos, para vestir la camiseta de la 4ta división. Es un testimonio de que los verdaderos amigos no solo comparten los momentos de gloria, sino que también se acompañan en las pausas y en los grandes regresos.