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Con un emprendimiento familiar abastecen de especies nativas a productores del sur de Córdoba

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 Caldenes, Chañares, Cina Cinas, algarrobos, espinillos,  son algunas de las especies autóctonas que Cecilia y Alejandro Clerici producen en Huinca Renancó, el  emprendimiento de vanguardia en su tipo en el Dpto. Roca y tiene como objeto la recuperación del ambiente natural y abastecer a productores que deben cumplir con la Ley Agroforestal, ya llevan más de 3000 plantas nativas implantadas.

 El proyecto comenzó hace dos años por impulso de los hermanos, Cecilia es Ing. Agrónoma y docente  y Alejandro siempre estuvo vinculado a trabajos rurales, decidieron entonces realizar un emprendimiento en  común que de a poco se fue instalando con fuerza debido a que no hay muchos lugares que trabajen produciendo especies nativas en grandes cantidades.


 

  El Vivero se encuentra en un extenso patio que Alejandro tiene en el fondo de su casa ubicada en Barrio Norte de Huinca Renancó, allí actualmente tiene unos 400 caldenes que ya le han sido solicitados por un productor de la zona, el trabajo es por encargue.

“En función de la Ley Agroforestal y en realidad como una  necesidad ya que no había entonces muchos viveros que ofrecían para plantación forestal, y con especies que estuvieran ya adaptadas a nuestro ambiente, surgió la necesidad de empezar a producir nuestras propias plantas y esto cada vez aumenta mas la producción y ofrecemos los plantines a aquellos que deben cumplir con  la ley”, señala Cecilia y Alejandro agrega, “como son plantas que se producen en primavera y en otoño tienen que salir el campo para que no se atrofien, hasta determinado punto están en macetas y luego si o si tienen que ir al campo, por ese motivo hacemos por pedidos”, apunta.

Proyectan una producción de 6.000 plantines

 Los hermanos realizan además asesoramiento a los productores sobre el plantado a campo, básicamente se trabaja con  especies autóctonas y siempre están incursionando en una especie a sumar, “son las más rusticas y están adaptadas a la zona”, señalan.

 En estos dos años de trabajo los hermanos lograron colocar 1500 plantas anuales y este año piensan producir 3.000 ejemplares con proyección a ampliar a 6.000 plantines.

 “Aspiramos a producir plantas de calidad, es una planta de seis meses no es una planta envejecida, tiene muy buen desarrollo lo que garantiza que la planta se va a adaptar al ambiente. La verdad que como experiencia ha sido muy buena con  logros importantes, muy pocas plantas secas a pesar de que se han plantado en  ambientes complejos”, señalan.

 Nosotros apuntamos de que se haga la menor intervención posible la planta debe ir adaptándose y son arboles que son de esta zona con lo cual no necesitan mayores cuidados, ecológicamente tienen todo un  beneficio en la flora y la fauna del lugar y va modificando todo el ambiente”, subraya Cecilia.  

Un buen  síntoma

 Que haya demanda creciente de especies autóctonas de parte de productores de la zona no es un dato menor, teniendo en cuenta el retroceso del monte autóctono que se ubica en el Área protegida del Corredor Biogeográfico del Caldén que ocupa unas 665.000 hectáreas (casi la mitad del Dpto. Gral Roca) donde solo quedan alrededor de 20.000 hectáreas en buen estado de conservación.

 Cabe destacar que este tipo de especies pertenecientes al sistema geográfico del Espinal,  como es el caso del Caldén, pueden fácilmente integrarse a la producción ganadera, siendo además un árbol que remedia suelos degradados y frágiles como es el caso de la zona oeste del Dpto. Roca.

 En estos reductos sobreviven las flora y fauna autóctona que se ve seriamente amenazada por el avance de la agricultura intensiva, es en este contexto que este proyecto también puede marcar un cambio de conciencia con respecto al cuidado y resurgimiento del ecosistema zonal.

Ignacio Castro.-

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